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Garantías agrícolas: una cadena difícil de romper

En el mundo agrícola, el acceso al financiamiento es vital para la continuidad de las operaciones y el crecimiento. Sin embargo, esta “ayuda” financiera que prestan distintas entidades; exportadoras tradicionales, bancos, factoring, empresas de crédito, a menudo viene acompañada de garantías que, aunque necesarias para asegurarle a la institución que presta el dinero que sus fondos serán restituidos son muchas veces una trampa compleja para los agricultores.

Las garantías son una práctica común en el mundo financiero, pero para los agricultores, comprometer los activos que son el motor de la generación de ingresos como garantía para obtener préstamos es un acto riesgoso. A menudo, la tierra, el ganado y/o los cultivos mismos actúan como garantía comprometiendo el futuro de la Agrícola.

Las garantías que los agricultores entregan tienen una complejidad asociada que hace difícil de librarse de las obligaciones a menudo a la falta de comprensión detallada de los contratos que se firman para conseguir el crédito, por la deficiente planificación de la generación de los recursos necesarios para pagar la deuda, y por la falta de negociación. En general, los productores buscan cumplir los requisitos para el otorgamiento del crédito más que negociar las condiciones en especial cuando existe la necesidad imperiosa de contar con esos recursos.

Una de condiciones que complica son las cláusulas de salida, generalmente asociadas a altos costos monetarios. Pero la que es peor, porque limita el crecimiento y restringe la obtención de nuevas fuentes de financiamiento es la carencia de una definición formal y clara para la liberación parcial de las garantias. Hay que entender que al inicio de un crédito la relación deuda/garantia está en el límite aceptado por la Institución que financia pero a medida que pasa el tiempo y se sirve la deuda esa relación mejora la posición para quien otorgó el crédito pero no lo obliga a liberar garantías y menos entregar más financiamiento.

Como ya se mencionó la falta de comprensión detallada de los contratos agrava el problema. Muchos agricultores firman documentos sin tener pleno conocimiento de las implicaciones a largo plazo. La educación financiera emerge como una herramienta esencial para capacitar a los agricultores y ayudarles a tomar decisiones informadas.

Explorar opciones para aliviar la carga de las garantías agrícolas se vuelve crucial. La diversificación de fuentes de financiamiento, la ayuda experta y la negociación proactiva son caminos que pueden facilitar a los agricultores a gestionar y reducir los costos asociados con la liberación de garantías. También examinar casos de agricultores que han logrado liberarse exitosamente de garantías puede proporcionar inspiración y lecciones valiosas para aquellos que buscan tomar medidas similares. El conocimiento de experiencias previas es una guía valiosa.

En resumen el desafío de liberarse de las garantías agrícolas es una realidad compleja que enfrentan muchos agricultores pero totalmente necesaria. La conciencia, la educación experta y la búsqueda de soluciones alternativas son pasos esenciales hacia la creación de una situación financiera más justa y sostenible para los agricultores.

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