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Créditos, ¿Un salvavidas de plomo?

Las épocas difíciles provocan rápidamente una falta de liquidez en las empresas. Para resolver esta necesidad recurrimos a entidades financieras (EF), sin el tiempo ni con la cabeza fría para negociar las mejores características y condiciones de los créditos o instrumentos financieros, aceptando lo mejor que nos ofrecen. Con esto nos estamos poniendo un salvavidas, que puede ser de plomo.

Hoy que estamos viviendo un período de contingencia, les pido encarecidamente que tengan presente las siguientes recomendaciones para evitar hundirse con el salvavidas:

– Negocien las condiciones del crédito acorde a la generación de los flujos. Que los pagos sean crecientes, que tengan años de gracia y que los pagos de capital sean de acuerdo a resultados.
– Es muy probable que el crédito no se pague en el plazo acordado. El negocio de la empresa va a mejorar y las condiciones de créditos van a cambiar. Esto hace que negociar las cláusulas de prepago sea tan importante como negociar las tasas de interés. Asegúrense de que esas cláusulas de prepago existan pues si no se especifican los pueden obligar a pagar los intereses hasta el final del crédito.
– No acepten derivados financieros para “asegurar” el tipo de cambio o la tasa de interés del crédito. El costo de salida puede ser tan alto que haga imposible prepagar el crédito.
– Eviten sobre garantizar el crédito, si lo hacen van a reducir la oportunidad de solicitar nuevos créditos y su capacidad de negociación.
– Que las garantías entregadas sean específicas al crédito y no generales, para que no garanticen todas las operaciones que realicen con la EF.
– Tomen los créditos en la moneda en que generan sus ingresos.
– Que los créditos de corto plazo vayan a financiar deudas de corto plazo, NUNCA de largo plazo. Este es un buen momento para estructurar los PAE a largo plazo y no seguir haciendo “bicicleta” con este tipo de financiamiento.

Cuando esta época difícil pase, es momento de tomar en cuenta lo siguiente:

– La mejor negociación de crédito que pueden tener es cuando no lo necesitan; hay tiempo y pueden explorar muchas alternativas.
– Estén siempre al día sus antecedentes financieros y legales. Consideren que cumplir con la solicitud de información, análisis, aprobación de un crédito y la revisión legal toma tiempo, cuando uno necesita el flujo lo que menos tenemos es tiempo.
– Aunque no les parezca necesario subdividan en varios lotes la propiedad, así van a poder entregar las garantías acorde a los montos del crédito y les dará la oportunidad de gestionar créditos con distintas EF.
– Mantengan relación de negocios con 2 a 3 entidades financieras. Ellas van cambiando sus políticas crediticias en el tiempo, lo que hoy es bueno no necesariamente lo va a ser en el futuro.
– Trabajen siempre con EF especialistas, van a entender mejor su negocio agrícola y los van a apoyar más en crisis económicas que la EF tradicionales.
– Si quieren reducir el riesgo de cambio, contraten instrumentos financieros por el descalce que pueda generar la moneda del ingreso y la proporción del presupuesto en la otra moneda. Cuando se cumpla el plazo no miren lo que dejaron de ganar, quédense tranquilos pues aseguraron el presupuesto.

Hoy el Gobierno y las EF están colaborando para darle viabilidad a las empresas, no a la velocidad necesaria que reclamarían algunos. Por eso este esfuerzo debe ser acompañado con la iniciativa y motivación de quienes necesitan la liquidez. No podemos esperar que otros vengan a ponernos el chaleco salvavidas.

Rodrigo Manasevich
Director Ejecutivo
UTILITAS

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